Cáncer de riñón

"Con la cirugía mínimamente invasiva conseguimos la curación de mas del 90% de los tumores de pequeño tamaño preservando al máximo el tejido renal sano".

DR. FELIPE VILLACAMPA AUBÁ
ESPECIALISTA. DEPARTAMENTO DE UROLOGÍA

El cáncer de riñón, también conocido como cáncer renal, es un tumor maligno que aparece cuando las células del riñón crecen de manera descontrolada. Los riñones son los órganos encargados de filtrar la sangre y eliminar desechos a través de la orina.

Este tipo de cáncer ocupa el tercer lugar en frecuencia de los tumores urológicos y representa aproximadamente un 3% de todos los cánceres del organismo. Aparece con más frecuencia entre la quinta y la séptima década de la vida, aunque puede presentarse a cualquier edad.

Referente al sexo, es más frecuente en el hombre que en la mujer, en una proporción de 2/1. El carcinoma de células renales es el tipo de cáncer del riñón más común, representa el 90% de los tumores malignos del riñón.

Aproximadamente, el 80% de las personas con carcinoma de células renales tiene un carcinoma de células claras. La mayoría de estos tumores se diagnostican en etapas tempranas, pudiendo conseguir la curación.

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¿Cuáles son los síntomas del cáncer de riñón?

La presentación clínica del cáncer de riñón es muy variable. Actualmente, la mayoría de los tumores renales se diagnostican en el transcurso de una revisión médica rutinaria, cuando el tumor todavía no ha provocado ningún síntoma.

En menos del 10% de los casos, encontramos otros síntomas como masas abdominales, sangre en la orina o dolor lumbar.

Los síntomas más habituales son:

  • Ninguno, sin síntomas
  • Dolor lumbar (poco frecuente)
  • Masa palpable abdominal (poco frecuente)
  • Sangre en la orina (poco frecuente)

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Si sospecha que padece alguno de los síntomas mencionados,
debe acudir para su diagnóstico a un especialista médico.

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer de riñón?

Las causas que originan el cáncer de riñón son todavía desconocidas, aunque se ha relacionado con determinadas enfermedades genéticas, el consumo de tabaco y la obesidad.

Fumar cigarrillos aumenta aproximadamente en un 40% el riesgo de contraer carcinoma de células renales.

Las personas con la enfermedad de Von Hippel-Lindau (un trastorno neurocutáneo hereditario) sufren a menudo varios tipos de tumores. Entre el 25% y el 45% de estos pacientes contraen carcinoma de células renales, generalmente el tipo de células claras.

Pronóstico del cáncer de riñón

La etapa de la enfermedad es un indicador de la supervivencia. De manera general, en aquellos pacientes en los que se detectan masas renales por debajo de 4 cm y se tratan quirúrgicamente, se consiguen tasas de curación superiores al 90%.

En el caso de que la masa sea grande y se haya extendido fuera del riñón, existen unos indicadores que señalan un peor pronóstico. Entre éstos se incluyen:

  • Alto nivel de lactato deshidrogenasa (LDH).
  • Nivel alto de calcio en la sangre.
  • Anemia (bajos recuentos de glóbulos rojos).
  • Propagación del cáncer a dos o más localizaciones distantes.
  • Menos de un año del diagnóstico para necesitar tratamiento sistémico (terapia dirigida, inmunoterapia o quimioterapia).
  • El estado general de la persona es desfavorable.
  • Se considera que las personas sin ninguno de los factores de riesgo presentados anteriormente tienen un buen pronóstico, mientras que las personas con uno o dos factores tienen un pronóstico intermedio. Mas de dos se considera pronóstico desfavorable.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de riñón?

Para el diagnóstico del cáncer de riñón se debe realizar una historia clínica detallada con una exploración física completa. Habitualmente ya se dispone de una prueba de imagen, pero es necesario un TAC abdominal y torácico, así como unos análisis de sangre.

Con estos datos es frecuente que se pueda ofrecer un tratamiento para el tumor y no se necesite más. Ocasionalmente, para poder planificar un tratamiento óptimo, será necesario la realización de una Resonancia Magnética, un angioTAC o incluso un PET.

La biopsia de la masa renal sólo está aconsejada en algunos casos, principalmente aquellos en los que pueda cambiar la conducta terapéutica.

Tratamiento para el cáncer de riñón

La cirugía es el tratamiento estándar para los tumores localizados en el riñón, consiguiendo tasas de curación superiores al 70%, incluso por encima del 90% en los tumores pequeños.

Existen varios tipos de cirugía según el tamaño tumoral, pero, siempre que técnica y oncológicamente sea posible, intentamos extirpar sólo el tumor, preservando el resto del riñón. Esta técnica, la nefrectomía parcial o tumorectomía, permite no solo la curación, sino mantener la función renal óptima durante los años posteriores a la cirugía. 

La existencia en nuestro centro del robot Da Vinci (sistema quirúrgico robótico avanzado para realizar intervenciones mínimamente invasivas), junto con nuestra amplia experiencia en cirugía laparoscópica, nos permiten conservar riñones en situaciones técnicamente complejas. 

En masas renales pequeñas, o muy pequeñas, podemos aplicar técnicas de ablación mínimamente invasivas con diferentes tipos de energías como la electroporación, radiofrecuencia o microondas.

En etapas avanzadas del tumor, la cirugía puede ayudar a paliar los síntomas provocados por el tumor y, en algunos pacientes seleccionados se puede combinar con otros tratamientos como quimioterapia o inmunoterapia para mejorar la supervivencia y la calidad de vida.

En los pacientes con metástasis, el desarrollo de múltiples líneas de inmunoterapia y tratamientos con inhibidores de tirosin quinasa en los últimos años han conseguido mejorar tanto la supervivencia global como la calidad de vida de los mismos. El alto nivel de investigación en este campo, del que participa la Clínica activamente, hace que se dispongan de múltiples ensayos clínicos que amplían considerablemente el abanico de posibilidades de tratamiento.

En el caso de que se haya diagnosticado de un carcinoma de células uroteliales de riñón o de uréter, generalmente se tratan mediante cirugía para extirpar todo el riñón y el uréter, así como la parte de la vejiga donde se une el uréter. A menudo, se usa la quimioterapia y la radiación, además de la cirugía. En algunos casos seleccionados, se puede extirpar sólo la región afectada, consiguiendo mantener el riñón.

Investigación

Gracias a los ensayos clínicos, se están desarrollando nuevos tratamientos, los anticuerpos inmunomoduladores, que están demostrando una eficacia bastante prometedora en pacientes con cáncer de riñón en los que han fallado los tratamientos previos.

Participar en estos ensayos ofrece nuevas posibilidades a los pacientes permitiendo el acceso a los últimos avances terapéuticos.

Nuestro equipo experto en cáncer de riñón