TAC 4D y algoritmos milimétricos para evitar que la respiración del paciente interfiera en la eficiencia de la protonterapia
Pablo Cabello, del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica de la Clínica Universidad de Navarra, presenta en el congreso mundial PTCOG 61 una ponencia sobre la integración de la innovación, la investigación y la práctica clínica en el abordaje con protones de tumores de pulmón, hígado y páncreas
15 de junio de 2023
La efectividad de la protonterapia en la lucha contra el cáncer avanza progresivamente con un reto destacado: afinar al máximo las dosis para combinar la máxima efectividad y la mínima toxicidad para los pacientes. ¿Cómo se puede conseguir que la respiración del paciente no interfiera en la exactitud de la administración de los tratamientos con protones? A esa cuestión responde con propuestas el trabajo presentado por el equipo liderado por Pablo Cabello, especialista del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica de la Clínica Universidad de Navarra durante el Congreso Mundial de Protonterapia (PTCOG 61) que se celebra esta semana en Madrid.
La comunicación expuesta evalúa cómo se pueden ajustar los tratamientos con protones para lesiones en pulmón, hígado u otros órganos que se muevan al respirar. El estudio parte de que el sistema pencil beam scanning, que es el que se usa para los pacientes de la Unidad de Protonterapia del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, “es el más avanzado”.
Consiste en administrar haces muy finos de protones que escanean el tumor a lo largo y ancho, y en profundidad, “ajustando, de manera óptima, la dosis prescrita por el médico en la zona del tumor. Si la lesión se mueve significativamente con la respiración del paciente, se introduce una incertidumbre adicional en la irradiación, por lo que en muchos casos se desaconsejaba la protonterapia. En este trabajo hablo de cómo evaluamos y tratamos de manejar esta incertidumbre para que estos pacientes también puedan beneficiarse de los protones”.
Pablo Cabello explica que, con el fin de remediar al máximo las incertidumbres, “al paciente se le hace un TAC 4D obteniendo imágenes de varios momentos del ciclo respiratorio. Esto nos permite cuantificar el desplazamiento del tumor durante la inspiración y la expiración. Además, así podemos calcular el resultado de lo que supone administrar el tratamiento cuando el paciente se encuentra en cada una de las fases respiratorias y tenerlo en cuenta en su plan de tratamiento personalizado”.
El especialista en Radiofísica y Protección Radiológica propone, también, utilizar “un algoritmo que es capaz de registrar anatómicamente las imágenes del paciente para analizar cómo se distribuye la dosis en sus órganos, ponderando que el tratamiento se administra durante varios ciclos respiratorios. Así nos aseguramos de que la opción terapéutica es viable para cada paciente y de que su enfermedad va a ser irradiada de forma satisfactoria con la mínima afectación al tejido circundante”.
Como ha quedado de manifiesto en PTCOG 61, este estudio es el resultado de la integración de la innovación y la investigación con la práctica clínica, que representa bien el espíritu del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra. Para Pablo Cabello, “es un ejemplo de cómo la investigación y la mejora continua benefician al paciente, centro de nuestra actividad. Gracias a la implantación de este sistema, hemos podido tratar de forma segura y verificando que la dosis prescrita llega a la lesión a una decena de pacientes con cáncer de pulmón, hígado y páncreas”.